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Ponte al día con Afrojarocha Radio

Le Apodan el Cordobés

Masca la Iguana / Luis Fernando Paredes Porras

Le apodaron “el Cordobés” a lo que él, Lorenzo González Loyo, contestaba con el grito tropical: ¡el que te deja los ojos al revés! desde su local ubicado en la avenida Libertad antes de llegar a Aldama, en Tuxtepec, Oaxaca.

Nacido en Córdoba, Veracruz en 1943 y criado en Fortín de las Flores, vino a enriquecer la cultura tuxtepecana con el oficio que le acompañó desde la salida de su terruño: peluquero. 

El Cordobés nunca me cortó los cadáveres que me peino, pero lo hace uno de sus hijos, Genaro, el cual debo admitir, me asombró que en el local antiguo, ese de la calle Libertad antes de llegar Aldama, para descansar sus pies y aprovechando un desperfecto del piso, tenía una alfombra de pelos. Algo así como Aladino con su alfombra mágica, pero Genaro lo hacía, me explicó, para que no se le cansaran los pies, igualito que buscan hacerlo las personas que por mucho tiempo están paradas por causas de su trabajo y colocan tapetes especiales para no dañar sus articulaciones. Con el cambio del local, la alfombra peluda desapareció para nunca más volver.

El Cordobés atendió a miles de varones de la región de la cuenca y como todo buen peluquero, sabía del arte de la conversación, que en el caso regional incluye las mentadas de madre, el albur, el andar pendejeando, saberse los chismes del momento y marcar los límites del respeto. Su heredero en el oficio, Genaro, es más recatado, al menos con la boca, teniendo como principal defecto, a opinión de los clientes futboleros, que le va al américa y no se avergüenza de ello, pues en el nuevo local, ubicado sobre Aldama pasando Carranza, bajo un árbol de borrego, luce el trapo dentro de su local, ahí cerquita de la televisión, la cual siempre está pasando películas del momento. Creo que una vez había un cartelito junto al trapo amarillento que decía: “si es americanista noseapene”, o a la mejor lo leí en otra, pero aplica.

Quien se aplicó fue el Cordobés, a su estilo, como todos, pero sus hijos dan testimonio de la huella que como padre, dejó de herencia. 

Don Lorenzo tiene unos días que falleció, ahora sus seres amados peinan los recuerdos con el gel de la nostalgia.

Daniel, otro de sus hijos, a quien conocí zapateando tap hace 14 años, se hizo cargo de atender las necesidades de su padre con especial celo, con cariño y despacito, así igualito que borda los hermosos huipiles mazatecos que elabora. Daniel publicó una foto el día que compartió la pena de la muerte de su padre. Una imagen hermosa, un impresionante bordado en el corazón con los hilos del cariño en el difícil entramado que es la paternidad. 

Y así como Daniel dejo de hacer ruido con sus zapatos de tap, igualito lo hizo el corazón de El Cordobés; ahora Daniel, trasciende elaborando huipiles como en experto artesano, tal cual su padre Lorenzo lo hizo como un experto peluquero de la cuenca del Papaloapan a quien amigos, familiares y clientes le recuerdan con cariño.

La verdosa iguana, a la que no le salen pelos ni cabellos, me escucha y reconoce que el cambiar de piel es como cambiar de peinado, somos los mismos pero nos hacemos que no, o quizá no somos los mismos como cuando que dejamos de estar vivos para seguir cambiando.

Contemplo a la verdosa y reconozco que se ha puesto a filosofar. Está recostada en una rama de la pochota y deja su cola caer con sensualidad griega.

Le voy a recomendar a la iguana una alfombra de pelos, aunque no está acostumbrada a ellos. Mejor no, que tal si al mascar se le atora uno en la garganta y se le van los ojos al revés…

Masca la Iguana / Luis Fernando Paredes Porras

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Los Fandangos de Caballo Viejo en Tlacotalpan

Cristobal Cuitláhuac Torres Herrera

Una noche tomé la decisión de visitar a un famoso barbero y amigo tlacotalpeño de nombre Juan Antonio López Silva mejor conocido como “Toño Palma”, quien trabajó para Miguel Ramírez conocido como Caballo Viejo. Toño fue peluquero y barbero durante 64 años, y realicé esta indagación a partir de una de mis tantas visitas a su peluquería. Llegué junto con mi familia hasta la puerta de su casa sin avisar, preguntó quién llamaba y me identifiqué por mi nombre y apellido, inmediatamente abrió y nos invitó a pasar. Le dije que deseaba hacerle una entrevista ya que la última vez que fui a cortarme el cabello con él me había contado un poco de los famosos fandangos de Caballo Viejo. 

Conocí a don Toño desde pequeño, tenía seis años cuando mi padre me llevó por primera vez a su barbería. Durante el espacio de tiempo que abarcan ms primeros 35 años de vida, don Palma mantuvo su negocio a la vuelta de la casa de mi madre. Fue gracias a esa cercanía que nos hicimos buenos amigos. La calle donde don Toño prestaba sus servicios era paso obligado para ir de compras al mercado, así que conocía perfectamente que mis hermanas y yo éramos “fandangueros” y también sabía que Julio Corro y Juan Varela (Estanzuela) eran compañeros nuestros. A veces, pasaba por nuestro domicilio cuando iba rumbo a su negocio y nos veía tocando en el corredor de la casa o tomándonos un refresco con las jaranas en descanso.

Don Toño sabía que habíamos aprendido en la Casa de la Cultura con don Cirilo Promotor y Evaristo Silva Reyes. Siempre que yo llegaba solicitando sus servicios a la peluquería, él me preguntaba por cuestiones musicales. Unas veces se disculpaba por no haberse quedado a escucharnos el resto de la noche en el fandango; otras tantas, me preguntaba por Juan Varela y Julio Corro, además, “Juanito” -como le decía a mi ahora compadre- también era su cliente.

Toño Palma nació en el 34 del siglo pasado, fue huérfano desde pequeño, criado por sus tíos y de quienes recibió el apellido “Palma”, apellido por el cual la gente lo identificaría de por vida en el pueblo. Desde muy joven, aprendió el oficio de peluquero y una vez que aprendió lo suficiente con su mentor Ricardo López, se fue a probar suerte por su cuenta. Así es como el destino lo llevó a trabajar para Caballo Viejo, quien era dueño de una barbería y una cantina. Don Toño se encargaba de “trasquilar” a la clientela, la cual contaba con tres sillones “Koken” americanos, según su descripción. Al parecer, Caballo Viejo gustaba de atender la cantina y confiaba en su entonces joven peluquero, quien había llegado a hacer sus pininos con la tijera y la navaja. Ahí, don Toño sería testigo de los que hasta ahora han sido los fandangos más memorables de Tlacotalpan.

Miguel Ramírez tenía ubicado su local en lo que actualmente son Los portales de la ciudad, específicamente en el negocio contiguo al del “Compadrito” y el famoso “Tobías”. Eran los años cincuenta y nuestro informante recuerda que Caballo Viejo tenía sus tarimas y que cada fin de semana se realizaban grandes fandangos, gustaba de pagar bebidas a los músicos y a las mujeres bailadoras (a quienes recuerda muy bien ataviadas portando una flor en el cabello) les apartaba sus copitas de anís.

Los músicos que daban vida al fandango venían de distintas rancherías y comunidades bañadas por los ríos San Juan y Papaloapan, ya que el acceso a la ciudad era principalmente fluvial. Don Toño recuerda que había músicos que viajaban “a remo” para llegar al fandango. Es el caso de don Cirilo Promotor Decena, procedente de Mata de Caña, que cada semana remaba hasta Tlacotalpan para llegar a los fandangos de don Miguel. Fue en uno de esos encuentros que don Cirilo conoció a Andrés Aguirre Vera “Viscola” y así se convertiría en un integrante más del famoso “Conjunto Tlacotalpan”, agrupación que después viajaría por muchas partes del mundo exponiendo la música veracruzana.

Don Toño recuerda que los fandangos duraban hasta las dos o tres de la mañana y que había muchas bailadoras experimentadas que venían de comunidades aledañas, otras tantas eran locales. Entre los nombres de bailadoras destacadas que llegaron a la memoria en nuestra plática fueron doña María Tenejapa, Chefina Candal, Inés Gamboa, Chalía Fonseca y aparecen en su recuerdo algunos músicos que asistían de manera regular como “Viscola”, “El Mapache”, “El Cocuyo”, Andrés Alfonso Vergara, Cirilo Promotor y “Chico” Vázquez.

A pesar del auge que tenían los fandangos de Caballo Viejo, nuestro informante externó que durante las fiestas de la Candelaria el fandango no era una actividad que se realizara como parte de los festejos, ni como motivo de reunión durante la adoración a la Virgen de la Candelaria. Posiblemente el fandango, al ser una actividad bastante cotidiana los músicos y bailadores preferían darle cierto descanso. Aunque también aseguró que en algunas ocasiones se llevaron a cabo fandangos “espontáneos” o “improvisados” durante las fiestas. Al respecto, don Toño comentó que los jaraneros siempre cargaban con sus jaranas y por tal motivo era fácil improvisar la fiesta sobre el tablado. Agregó que la calle donde se realizaba el fandango se llenaba de puestos de colación, ya que la fiesta se concentraba exclusivamente alrededor del parque Zaragoza y se extendía a lo largo de una sola avenida, hasta el corral de toros, ubicado en un amplio terreno frente al hotel “Los Jarochos”. 

Al término de nuestra plática me comentó que antes de que existieran los fandangos de Miguel Ramírez, se llevaban a cabo en distintos puntos del pueblo. Recordó con exactitud la esquina de la cinco de mayo y Eduardo Lara, el barrio de San Miguel y la Alameda Juárez. Explicó que había construcciones con techo de palma (algunas con techo de lona) llamadas “palapas”, iluminadas con lámparas de petróleo donde se daban cita los músicos, bailadoras y bailadores.

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BEBIÓ SANGRE PARA SOBREVIVIR DEL NAUFRAGIO

Poon Lim fue un marinero chino que sobrevivió 133 días solo en una balsa en el mar pescando, bebiendo sangre de pájaro y matando un tiburón con una vieja jarra metálica.

Tiene el récord mundial Guiness por el mayor tiempo a la deriva en el mar, solo. Cuando se le habló del récord, dijo: "Espero que nadie tenga que romperlo nunca".⁣

Cuando esto sucedió Lim, era un marinero de 25 años de la costa sur de China cuando se subió a un barco mercante británico en 1942. Poco después de salir de Ciudad del Cabo, el barco fue torpedeado por un submarino alemán. Mientras el barco se hundía, Poon se puso un chaleco salvavidas y logró nadar hasta una balsa llena de agua embotellada, galletas, una linterna eléctrica y algunas bengalas. Calculó que había suficientes suministros a bordo para sobrevivir durante un mes.⁣

En el primer mes, Poon entró en contacto con un carguero, una Patrulla de la Marina de los Estados Unidos, y otro submarino alemán; todos ignoraron sus frenéticos llamados pidiendo ayuda. En sus posteriores entrevistas Poon menciona que estos momentos fueron los más difíciles de superar mentalmente. Sin embargo, no se dio por vencido. Tomó el asunto en sus propias manos y decidió que no podía confiar en otros. Se centró en lo que podía controlar y eso era mantenerse con vida hasta que llegara tierra firme.

Para mantener su cuerpo en forma, Poon comenzó a nadar dos veces al día en aguas infestadas de tiburones. Perdió peso pero conservó la mayoría de sus músculos. Cuando se quedó sin agua, utilizó la lona que cubría su chaleco salvavidas para captar el agua de lluvia. Usó los últimos trozos de sus galletas como cebo en un anzuelo que hizo con los cables de la linterna eléctrica. Por cada pez que capturaba, guardaba los restos para usarlos como cebo para su próxima comida.⁣

Durante un largo período de días sin lluvia, Poon recogió algas del fondo de su balsa y le dio forma para que pareciera un nido de pájaro. Agregó restos de peces en el nido de algas y los colocó sobre su balsa. El hedor a podrido del pescado atraía a las gaviotas que cazaba con las manos desnudas. Bebería su sangre para saciar su sed. Un día qué quedo grabado en su memoria para el resto de su vida, fue la vez que usó restos de aves para atrapar un tiburón, que días antes lo había atacado, cuando el tiburón cayó en la trampa. Poon usó una jarra metálica, milagrosamente, con sus partes afiladas pudo someter al tiburón que se agitaba.⁣

En su día 131 en el mar, Poon notó que el agua cambiaba de negro a verde pálido. También notó más pájaros en el cielo. El día 133, vio un pequeño barco en la distancia. Como no tenía más bengalas, agitó su camisa y saltó arriba y abajo, gritando a todo pulmón. El barco dio la vuelta y recogió a Poon. Los hombres que hablaban portugués le proporcionaron agua y frijoles secos.⁣

Poon permaneció en un hospital de Brasil durante varias semanas; había perdido 20 libras (9 kg). Cuando se difundió la noticia de su supervivencia, el rey Jorge VI le otorgó la Medalla del Imperio Británico y la Marina británica imprimió folletos para llevar en todas sus balsas salvavidas con las técnicas de supervivencia de Poon.⁣

Después de la guerra, Poon decidió emigrar a los Estados Unidos, pero la cuota de inmigrantes chinos se había llenado. El senador Warren Magnuson intervino para otorgarle la entrada y un eventual ciudadanía.⁣

Poon falleció en Brooklyn en 1991 a la edad de 72 años.⁣.

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LA DEGRADACIÓN HUMANA ESTÁ PROGRAMADA EN LA MÚSICA. Si?

Da tristeza ver cómo la música se ha transformado desde principios de los años 2000, únicamente con fines comerciales y de manipulación de las masas. Dónde no sólo los ritmos han cambiado, sino también las letras e historias que se cuentan en las "canciones".

Si tienes el mínimo conocimiento sobre Storytelling y cómo funciona nuestro cerebro, debes saber el gran poder que hay al contar historias para conectar con él, programar tú mente a través de la repetición de palabras o frases, aunado a la sincronización cerebral por arrastre que se crea a través del beat o ritmo y la emoción que le involucras.

Todo ésto influye en tú mente y en tú comportamiento, él qué diga lo contrario simplemente no sabe cómo funciona nuestro cerebro en conjunto con los estímulos auditivos y la repetición de las palabras o frases que actúan como un "sutra", o como un audio hipnótico de sugestión que va directo al subconsciente y ahí permanece por décadas.

La música que escuchas habla mucho de tú personalidad, de tú educación, de tú círculo e incluso de tú familia,,, por consiguiente es aquí dónde parte el origen de las Tribus Urbanas, ya que en la adolescencia cuándo buscas encontrar "tú identidad" y pertenecer a una tribu, imitas al "artista musical" del momento, adoptas su vestimenta, su forma de ser, su manera de hablar, pensar, actuar, etc. Creando así una personalidad falsa, un alter ego, pero que simplemente te conecta con cierta tribu y te hace sentir que por fin perteneces a algo.

El 80% de las personas siguen escuchando el mismo estilo musical que él de su adolescencia, de ahí que te encuentres a personas de 40 o 50 años en los raves o en las fiestas de metal, porque ese estilo de música marcó su adolescencia y juventud, los hizo parte de esa ideología y movimiento.

¿Ahora te das cuenta de cómo están programando a las nuevas generaciones?

A los varones les venden el arquetipo de un drogadicto, narcodelincuente y pandillero, que sólo se dedica a hablar de drogas, armas, promiscuidad, etc. Y a las señoritas les venden la aspiración de ser una pr0stitut@ digital o qué solamente sirve para fornicar.

¿De verdad eso quieres para tus hijos, primos, sobrinos, nietos o amigos?

Recuerda que las tendencias se originan en los movimientos musicales y con los "artistas" que se venden como símbolos para esa generación.

Columna por: Luis Fernando Paredes Porras

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